Midiendo el color más oscuro del mundo
Es muy notable, y no sabido por muchos, que la persona promedio puede percibir millones de colores. Estos colores pueden variar de claro a oscuro y de apagados a brillantes, capturando una extraordinaria variedad de tonalidades vistas por el ojo humano. Si bien hemos profundizado en nuestra imaginación para crear nombres de muchos de estos colores, – carmesí, miel, melón, mora – hay muchos más que aún están sin su propia descripción o nombre de color. Muchos de estos colores conocidos y desconocidos, sin embargo, a menudo se confunden con otros colores, como se puede ver en nuestra percepción errónea frecuente del negro.
Técnicamente, el verdadero negro no es un color. El negro es la AUSENCIA de color y está desprovisto de matiz. Esto se debe a que cuando la luz golpea un objeto negro, el objeto absorbe todas las longitudes de onda de la luz. Nuestra percepción del color depende de la longitud de onda y la cantidad de luz enviada a nuestros ojos. Si ninguna luz incide en el objeto o si una luz mínima se refleja en un objeto, no hay percepción del color (negrura). Los conos dentro de la retina del ojo humano juegan un papel fundamental debido a su sensibilidad al color. Cada momento que estamos despiertos y con los ojos abiertos, estos conos envian mensajes a nuestro cerebro para traducir el color que vemos frente a nosotros. Sin suficiente luz reflejada en un objeto, los conos de la retina no tienen estimulación para enviar mensajes a nuestro cerebro.
El “efecto de contraste” puede tener mucho que ver con la percepción errónea del color. Muy pocos objetos con los que nos encontramos en nuestra vida diaria son verdaderamente negros. Un objeto que percibimos como negro a menudo es solo un tono negro mezclado con un tono de color (por ejemplo, rojo oscuro o púrpura). Si colocamos un objeto de color oscuro sobre un fondo claro, parece más oscuro de lo que es. Por ejemplo, el tono púrpura profundo de una ciruela colocado sobre una mesada blanca iluminada por la luz del día probablemente se verá negro. También influyen en nuestra percepción del color de un objeto las fuentes de luz y el ángulo en el que lo vemos, ya que estos afectan directamente qué tan brillante aparecerá un objeto para el ojo humano. En otras ocasiones, simplemente el tono profundo de un objeto es demasiado oscuro para que el ojo humano lo distinga del negro.
Uno de los materiales negros más negros es Vantablack. Vantablack absorbe el 99,96% de la luz. Surrey Nanosystems lo desarrolló en 2014 para usar componentes para la exploración espacial; esto es especialmente útil para los telescopios, ya que reduce la reflectancia de la luz al observar las estrellas, lo que hace que el estudio sea más preciso. Actualmente, BMW lo está utilizando en su exclusiva gama de automóviles. Mirar este color es como mirar un vacío negro; si tuviera una pieza de tela negra absoluta en este color, no podría ver ninguna línea o pliegue ya que la luz no se reflejaría en ella. En 2019, los ingenieros del MIT desarrollaron un nuevo material más negro que absorbe el 99,995 % de la luz.
Para determinar mejor el color de un objeto, se requiere un espectrofotómetro. Estos instrumentos de medición del color cuantifican con precisión el color en términos numéricos y son inmunes a la subjetividad de nuestra percepción visual del color. La exactitud y precisión de un espectrofotómetro de alta calidad les permite detectar incluso la más mínima diferencia en el color y la luminosidad de la superficie. Medir un objeto en color negro intenso con uno de estos instrumentos a menudo revelará cierta cantidad de tono rojo, amarillo o ciruela, púrpura en el objeto o producto, lo que demuestra los diferentes tonos de negro.
Las mediciones precisas del color son fundamentales para los procesos de investigación y desarrollo, fabricación y producción. El impacto que tiene el color en la consistencia y apariencia de un producto, y las percepciones visuales erróneas que puede causar, lo convierte en un elemento esencial. La próxima vez que mire un objeto “negro”, sepa que es probable que haya un poco de carmesí, mora o algún tono de color sin nombre que se confunda con el color negro que sus ojos perciben.