Elementos que afectan la apariencia de Color
Subjetividad del Observador
La sensibilidad del ojo humano varía de persona a persona, causando a menudo que el color sea visto en forma diferente en cada individuo. El color de una manzana, por ejemplo, puede aparecer más vívido para una persona que en otra.
Ángulos de visión
Observar un objeto desde ángulos ligeramente diferentes puede hacer que éste se vea más brillante u oscuro, particularmente con translúcidos, nacarados o pigmentos metálicos. En pinturas metálicas, por ejemplo, escamas metálicas son esparcidas a través de la capa, actuando como espejos microscópicos. Cuando se ven en ángulos determinados, el color puede aparecer más claro.
Fuente de Luz
El color de un objeto puede aparecer diferente con diferentes fuentes de luz. Una manzana, por ejemplo, podría aparecer más rojiza sobre una luz incandescente que sobre una luz natural. Cada tipo de luz, incluyendo incandescente, fluorescente, y la luz solar, puede tener un efecto diferente en la apariencia de color de un objeto.
Condiciones de superficie
Textura, brillo y otras condiciones de superficie influencian en cómo aparece el color de un objeto. Cuando se aplica papel de lija en una superficie suave de un plato plástico, por ejemplo, el color se verá más apagado.
Entorno
El entorno detrás de un objeto puede hacer que un color se vea diferente. Una manzana ubicada enfrente de un fondo luminoso, por ejemplo, puede aparecer más apagada que cuando se la ubica en frente a un fondo oscuro. Esto es conocido como el efecto de contraste de color.
Tamaño del área
Un color que cubre una gran área, como una pared pintada, tiende a aparecer más brilloso y vívido que si cubriese un área más pequeña, como una muestra de pintura. A esto se lo conoce como el efecto de área.
Para determinar objetivamente el color de un objeto, se requiere el uso de un espectrofotómetro o colorímetro. Estos instrumentos de medición de color enumeran el color de un objeto y son inmunes a la subjetividad del ojo humano.