Luz Viviente: ¿Existe un Futuro para la Tecnología Bioluminiscente?
Una de las ideas más obvias es usar el alga bioluminiscente en lámparas para crear fuentes de luz que operen sin electricidad. Estas nuevas lámparas funcionarán en base al movimiento en vez de la electricidad. El alga bioluminiscente estaría almacenada en grandes tubos de vidrio con agua salada, creando así un mini ecosistema. Usando pesas y movimientos gentiles, estas lámparas han sido diseñadas para imitar una máquina perpetua en movimiento que las mantiene en movimiento por largos períodos de tiempo. Ésta tecnología es todavía relativamente nueva por lo que será interesante seguir ésta tendencia a medida que desarrolla.
De la misma manera, los investigadores también están desarrollando métodos para crear árboles bioluminiscentes para alinearlos en calles urbanas y suburbanas. Las plantas bioluminiscentes, lo suficientemente grandes como para generar luz en las calles, eliminarían en forma efectiva la necesidad de lámparas eléctricas más costosas dado que tienden a ser completamente auto-suficientes y libres de energía. El desafío mayor para los investigadores de éste campo es aumentar el brillo bioluminiscente para brindar la suficiente cantidad de luz. Esto hace que el desarrollo de “árboles iluminados” para las calles sea una meta a largo plazo.
Otra aplicación más inmediata para la tecnología bioluminiscente es usarla como un probador de la pureza del agua. Al modificar genéticamente microorganismos bioluminiscentes para que su resplandor brille bajo coacción, los investigadores han podido identificar efectivamente ciertos tóxicos en el agua contaminada. Al introducir el agua a ambientes pequeños controlados donde los microorganismos viven, el brillo resultante indica a los investigadores de ciertas toxinas presentes. Ellos han sido efectivos sobretodo para determinar la presencia de arsénico (un contaminante común del agua) y de hicrocarbonos aceitosos.
Por otro lado, en el campo de las investigaciones médicas, se ha realizado el seguimiento de células usando moléculas bioluminiscentes, logrado identificar la ubicación de células cancerígenas, agentes de infección y respuestas de las células al sistema inmune, más fácilmente. Las moléculas bioluminiscentes tienden a coagularse en esas áreas, y dado que la tecnología bioluminiscente permite a los investigadores investigar tejido viviente (algo que era imposible anteriormente), se ha podido diagramar el curso y desplazamiento de muchas enfermedades en ambientes vivos.
Todo esto es sólo el principio de los avances en las innovaciones bioluminiscentes. A medida que continúen las investigaciones, las aplicaciones para éste increíble fenómeno biológico continuarán aumentando sin dudas.