¿Se puede simplificar la preparación de té embotellado mediante la espectrofotometría?
El té es una de las bebidas más consumidas en el mundo siguiéndole al agua. Dado que es tan consumido globalmente, muchos distribuidores que desean preparar y embotellar las bebidas de té han buscado asegurar consistencia en su calidad y clasificación. Lo que complica este deseo es la gran variedad de tés existentes como té verde, blanco, amarillo, negros, entre otros.
Increíblemente, todos los tipos de tés provienen de dos variedades de la misma planta de té, una de hoja pequeña y la otra de hoja grande. La calidad del té está determinada por el ambiente en donde crecen las plantas de té y el juicio del fabricante al tomar la decisión final sobre cuándo arrancar la hoja y cómo procesarla. Luego de cosecharlo, el tipo de té se determina por la manera en que son procesadas las hojas. El procesamiento crea reacciones antioxidantes y fermentaciones dentro de las hojas de té. Esto crea teflavina y terubigina, componentes químicos que determinan el sabor y color del té. Este proceso altamente complicado dificulta que la misma calidad y gusto se mantenga en la reproducción masiva.
Se ha sugerido utilizar la espectroscopía fluorescente para ayudar a clasificar y determinar la calidad de los tés prefabricados y embotellados. El usar un espectrofotómetro como el CM-3700A, ayuda a los fabricantes a evaluar el color del té que esta siendo producido y asegurar que se mantenga la misma calidad en el proceso de fabricación. Las evaluaciones humanas como la inspección del color olor y el gusto son aspectos importantes para determinar la calidad, pero pueden ser costosas y con resultados subjetivos. Aún con muchos de los otros estándares objetivos como cromatografía a gas, el problema del costo es un tema de gran importancia, por lo que la espectrofotometría es una alternativa de extremada ayuda para mantener los costos.